martes, 28 de diciembre de 2021

Los orígenes del Zodiaco - breve nota al margen

Nos tomamos una breve pausa en nuestra serie sobre constelaciones del zodiaco. Investigar sobre mitología, interpretaciones y antiguos catálogos estelares es una ardua tarea. Y a veces la búsqueda de los orígenes de una constelación mitad cabra, mitad pez nos conduce a una trampa...

 


Cuando estaba buscando el simbolismo de Capricornio, encontré un montón de webs asegurando que había un pez-cabra creado por el dios griego del tiempo, Cronos. Ehm. Este pez-cabra era inmortal y tenía poder sobre el tiempo. Y... Y creó al resto de cabras a su imagen y semejanza, tipo pez-cabra. Pero, entonces, fueron a tierra firme y perdieron su inteligencia y se volvieron idiotas. Y... Y no paraba de intentar, ehm, usar su poder sobre el tiempo para volver atrás y evitar que fueran a tierra firme y se volvieran idiotas. Pero no funcionaba... Y... Y al final se resignó y lo dejó.

Y yo pensaba, "ese es un mito muy raro y no suena a mito de verdad. La historia tiene elementos modernos y no me suena que en la mitología griega se hiciera alusión a viajes en el tiempo."

Así que intenté buscar una fuente. Todas estas webs de astrología enlazaban OTRAS webs de astrología como fuente, sin que realmente hubiera una fuente primaria creíble en ninguna parte. Y me puse de los nervios.

En resumen, creo que es completamente falso. 

Probablemente existió una persona que escribió esta movida en los '70 para su, qué sé yo, columna de astrología y pensó: "¡Ja! A nadie le importa ahora si es coherente con la mitología griega. Vamos a reescribir cosas y ya está. ¡Todo vale!"

Por eso estoy segura al 85% de que no hay un pez-cabra que viaja en el tiempo entre la mitología griega.

Si alguien tiene una fuente primaria, estoy DESEANDO oírla. POR FAVOR, decidme. Porque todo esto me volvió loca un día entero. Me decía: "¿Dónde está ese estúpido pez-cabra? ¿DÓNDE ESTÁ EL HOMBRE-CABRA QUE VIAJA EN EL TIEMPO, INTERNET?" Y no había ningún hombre-cabra... Nunca hubo ningún hombre-cabra...


Este desbarre de Red me pareció hilarante y muy propio para el 28 de diciembre. Así que intenté investigar un poco más, a ver si alguien había respondido a su llamada de desesperación. Entonces me encontré con "Las Escrituras de Delfi". 

La web en la que describen este supuesto texto de un siglo de antigüedad no tiene desperdicio. Se llama Gods and Monsters, por si alguien quiere visitarlo (no lo voy a enlazar, lo siento). Cuentan una historia muy retorcida acerca del origen de estas escrituras: una persona, que no quiere ser reconocida, tiene un linaje remoto que llega hasta las profetisas del oráculo de Delfi y guarda unos documentos que escribió su abuelo donde se relatan las historias familiares que hasta ese momento han circulado por tradición oral. Todo muy poco creíble y rebuscado. Para ser alguien que no quiere verse asociado con estas escrituras, deja que una amistad suya las publique en una web. Así, para empezar a dudar.

Eso no es lo mejor. En la web se recogen parte de las historias contenidas en estas "Escrituras de Delfi", entre ellas la de nuestro querido viajero temporal, el pez-cabra primigenio. Y la joya de la corona: el verdadero origen del primer vampiro. Una narración que incluye multitud de elementos claramente modernos del mito del vampiro y que han sido escritos por alguien que conoce de refilón la mitología griega. Porque enemistar a Apolo y Artemisa, ignorar que Selene es la diosa de la luna que se sincretiza con Artemisa, y hacer de Hades un vulgar diablo con el que hacer pactos por el alma, en fin, que no cuela. Es una ficción entretenida, no lo niego, pero nada más.

Lo mejor del asunto es que defiende la veracidad de estos textos diciendo que esas historias pueden ser tan ciertas como las de la mitología. A ver, no. Una cosa es que los mitos, mitos son. Otra muy distinta es que digas que tu fuente es válida, cuando estás inventándote una historia sin confirmar siquiera la antigüedad o validez de la fuente que usas. Es hacer un feo a las personas que investigan buscando fuentes primarias y que ayudan a entender los mitos del pasado. Podemos dejar en que la web es tierna, pero con matices peligrosos. Le doy la razón a Red: no todo vale.


miércoles, 22 de diciembre de 2021

Los orígenes del Zodiaco - parte 11

Completamos el Zodiaco desde la perspectiva griega, viendo los cambios que sufren las constelaciones desde su origen babilónico. Algunos, para peor. El vídeo original aquí

 

La constelación del Aguador o Acuario. Fuente: AlltheSky.com

De forma similar, Acuario sufrió una seria degradación cuando perdió su asociación con Ea. En lugar de "todopoderoso dios que lleva una jarra de agua desbordada", se quedó en "jarra de agua". 

Acuario a veces es solo la jarra, y otras veces se le asocia con Ganímedes, un guapísimo príncipe troyano al que Zeus secuestró para convertirle en su "portador de copa". Y para que conste, si "portador de copa" es un eufemismo, es uno muy desagradable (1).


Captura del vídeo original de OSP, constelación de los Peces

Cambiando de tema, en último lugar está Piscis, una de las constelaciones más confusas en todas sus formas. En teoría, representa para los griegos dos peces atados con una cuerda entre sí. Ya sé que todas estas constelaciones son 4 o 5 estrellas y se supone que tenemos que ver imágenes súperdetalladas, pero, en serio, esto es una imagen extrañamente específica.

No es una sorpresa descubrir que esta constelación asociada a Ishtar se asoció inmediatamente con Afrodita. Según Higino, Afrodita se convirtió en pez junto con Eros para escapar de la ira de Tifón (2).

Otro mito sugiere que Afrodita nació de un huevo, que fue delicadamente empujado hacia la orilla por dos simpáticos peces. Como agradecimiento por su ayuda, se inmortalizó a los Peces entre las estrellas.

(En serio, ¿dos peces y una cuerda? Tiene que haber algo más interesante que podamos contar con esto. El zodiaco maya hizo de Piscis un esqueleto (3). ¿Por qué no puedes ser más como los mayas?)


Iris y Hermes, mensajeros de los dioses. Captura del vídeo de Destripando la Historia 


(1) El término "portador de copa" o "copero de los dioses" puede ser o no un eufemismo desagradable, pero lo cierto es que era un rol que cumplieron varios personajes de la mitología griega. Antes del bello Ganímedes, ese puesto lo ocupaba Iris, la diosa del arcoiris y mensajera de los dioses, ya que era muy veloz. Ganímedes también aparece entre los cielos como luna del planeta Júpiter. Junto a Ío, Europa y Calisto, estas amantes dieron nombre a los cuatro satélites que descubrió Galileo Galilei alrededor del gigantesco planeta gaseoso. Ganímedes es la mayor luna del Sistema Solar, ¡más grande que el planeta Mercurio!

(2) Tifón, hijo de Gaia y padre de monstruos, intentó arrebatarle el trono a Zeus. Asaltó el Olimpo y los dioses, asustados, huyeron transformados en animales a Egipto. Apolo se transforma en halcón, Hermes en ibis, Artemisa en gato... Vamos, que es la forma que tenían los griegos de explicar el panteón egipcio (Horus, Thot, Bastet...) Hay varias versiones que cuentan este mito, en alguna, es Ares el que se transforma en el pez lepidotus. En otras, Afrodita y Eros se transforman en peces. Y todavía hay otras que mencionan  el asunto de los dos peces que los rescatan y les ayudan a escapar. Es lo que tienen los mitos, cada uno cuenta la opción que más le gusta. En todas las versiones, eso sí, Tifón acaba derrotado por el rayo Zeus y sepultado bajo alguna montaña o región volcánica (es decir, es la explicación de que haya terremotos y los volcanes expulsen lava).

(3) La narradora del vídeo, Red, hace referencia al contenido de un códice maya que se encuentra en París, en un penoso estado de conservación. En alguna de sus pocas zonas legibles aparecen unos símbolos o pictogramas que parecen representar figuras del zodiaco: aves, serpientes, una tortuga, un sapo, un escorpión, un felino, un murciélago, y un esqueleto (posiblemente humano). Realmente, el estado del códice es tan deplorable que no hay una certeza sobre a qué constelación occidental se pueden asociar estas otras representaciones. Si tenéis curiosidad por la astronomía maya, podéis leer más en este fascinante artículo de la UNAM.


Sigue leyendo

miércoles, 15 de diciembre de 2021

Los orígenes del Zodiaco - parte 10

La zona zodiacal del cielo está llena de constelaciones familiares: las hemos ido siguiendo a través de este vídeo. Hemos visto en anteriores entradas la interpretación que le daban los babilónicos. Sin embargo, al llevárselas a Grecia... Digamos que algunos mitos se pierden un poco en la traducción.

 

 
Captura del vídeo original de la constelación de la Doncella: aquí como Astrea o la Justicia

Virgo, por otro lado, era un poco más complicada y acabó englobando un poco de todo. Los griegos no se decidieron por una diosa concreta a la que debía representar. En la mayor parte de los casos se la relacionaba con Deméter o Perséfone, por la asociación con el trigo. Otras veces se combinaba con la constelación de Libra o la Balanza y se transformaba en la Justicia, la personificación romana de la ley.

Un tiempo más tarde, Libra quedó codificada como su propia constelación en honor a Julio César para resaltar la importancia de la ya mencionada justicia. Previamente, la Balanza había perdido su estatus como símbolo divino y había sido absorbida por Escorpio, pasando a representar las pinzas del escorpión.

Escorpio, por supuesto, estaba conectada a Orión, ya que la historia de cómo lo mató el escorpión era muy famosa, y lo situaron en el cielo para continuar su eterna persecución (1). Esto es posible que fuera anterior a los babilonios.

 

 
La educación de Aquiles por Quirón, fresco de Herculano (s. I a.C.). Museo Arqueológico Nacional de Nápoles

Sagitario, aunque es siempre un centauro, no siempre ha representado de forma consistente el mismo personaje. A veces es Quirón, el eterno mentor de los héroes griegos. Pero otras veces Quirón es representado por otra constelación distinta, llamada el Centauro (2). Pseudo-Eratóstenes (3) sugirió que Sagitario no era un centauro, sino Croto, un sátiro hijo de Pan y el inventor de la arquería, que fue inmortalizado en las estrellas montado a caballo.

Capricornio es otra constelación con una extraña historia que no es historia. En la Antigua Grecia no existía el mismo simbolismo con un ser mitad cabra y mitad pez que representara a Ea. La explicación general consistía en decir que era una cabra que cuidó a Zeus de bebé (Amaltea), o bien decir que es Pan y que se puso cola de pez para huir más fácilmente de Tifón. Que, a ver... Pan... Si querías ser una sirena, no tienes que justificarte ni nada. Puedes lucir sin temor tus brillantes escamas.


Constelación de Orión en el catálogo estelar Uranografía de Johannes Hevelius (1690)

(1) Esta historia de Orión relata cómo el cazador, en un momento de orgullo, amenaza con cazar a todos los seres vivos. La Madre Naturaleza decide castigarle enviando al pequeño escorpión. Su aguijón se clava en el talón de Orión, que procede a gritar durante cien años y salta a las estrellas para huir. Los dioses, con un sentido del humor un tanto retorcido, inmortalizan también al escorpión en las estrellas para perseguirle eternamente. En cuanto aparecen las pinzas del escorpión por el horizonte, Orión corre a esconderse y no vuelve a aparecer hasta que deja de verse la cola del escorpión. Por eso el Escorpión se ve en verano y Orión se ve en invierno.

(2) La constelación del Centauro es visible desde la zona ecuatorial y el hemisferio sur. La más brillante de sus estrellas, alfa Centauri, es en realidad un grupo de tres estrellas entre las que se encuentra la más cercana al sistema solar: próxima Centauri. Su luz tarda en llegarnos 4 años, de ahí que digamos que se encuentra a 4 años-luz de distancia.

(3) NdT - Aunque a Eratóstenes se le atribuye frecuentemente la obra Catasterismos, que contiene la nomenclatura de 44 constelaciones y 675 estrellas, hay una cierta controversia en la autoría, así que habitualmente se designa al autor de la obra como Pseudo-Eratóstenes.

 

Sigue leyendo

miércoles, 8 de diciembre de 2021

Los orígenes del Zodiaco - parte 9

Volvemos a las constelaciones zodiacales y nos adentramos en los mitos griegos asociados con estos conjuntos de estrellas. Algunas historias mantienen los paralelismos con las constelaciones babilónicas originales. El vídeo original es de Overly Sarcastic Productions y su traducción va aderezada con mis notas.


Jasón regresa con el vellocino de oro. Crátera de Apulia (340 - 330 a.C.)

Heracles no es el único personaje mitológico al que aluden las constelaciones del zodiaco griego. Todas tienen asociadas un mito único que se añadió con posterioridad, incluso algunas de las constelaciones que ya estaban asociadas a Heracles. Son las versiones más conocidas y con las que probablemente estarás familiarizada, así que procuraré que esta parte sea sucinta.

A Aries se le suele equiparar con el Carnero Dorado, Crisómalo, de cuya lana se obtuvo el vellocino de oro que buscaban Jasón y los Argonautas: un mito muy antiguo que es anterior a la introducción del zodiaco babilónico, ya que era comúnmente conocido en tiempos de Homero, en el 700 a.C., lo que significa que fue asignado así con posterioridad para que la constelación tuviera sentido.

A Tauro se le relaciona con Zeus de una forma u otra. Como cuando se transformó en toro para secuestrar a Europa. O cuando transformó a Ío en vaca para ocultarla de la ira de su mujer Hera. Sencillamente, hay mucho simbolismo vacuno asociado a Zeus.

 

 
Pinturas que flanquean la entrada de la Casa de los Dioscuros en Pompeya.  
Mural original en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles

Geminis sigue representando a hermanos gemelos, pero sustituye a Lugal-irra y Meslamta-ea por Cástor y Pólux, hijos de Leda (del famoso mito de Leda y el cisne, 1) y hermanos de Helena de Troya. A pesar de ser gemelos, tienen diferentes padres, lo que parece ser algo que pasa de forma habitual en la mitología griega (2).

El padre de Cástor era el mortal Tíndaro, mientras que Zeus era el padre de Pólux. Este último, por el privilegio de ser semidiós, era directamente inmortal. Cuando Cástor queda mortalmente herido durante un accidente recogiendo el ganado, Zeus consiente a Pólux darle la mitad de su inmortalidad a Cástor, permitiendo que pasen la mitad del año en el Inframundo y la otra en los cielos. De esta forma se convirtieron en las estrellas más brillantes (3) de la constelación de los Gemelos.

Este mito reasigna puntos clave de la versión babilónica, como el papel perceptible que juegan los gemelos en el Inframundo, o el hecho de que las imágenes de Cástor y Pólux  guarden la entrada a una casa en Pompeya, a semejanza de lo que hacían Lugal-irra y Meslamta-ea en Babilonia.


Constelación de los Gemelos. Fuente: AlltheSky.org

(1) Como sucede en muchas historias de la mitología griega, Zeus se queda prendado de la belleza de una mujer, en este caso la reina Leda, y decide poseerla. Para que la mujer se confíe y baje la guardia, se convierte en un hermoso cisne blanco. Leda, que por cierto estaba casada, también queda embarazada de su marido Tíndalo. Cuando llega el momento de dar a luz, pone dos huevos. Sí. Huevos de cisne. Y de ellos salen dos parejas de gemelos: Cástor y Clitemnestra, mortales, y Pólux (también llamado Polideuco) y Helena, inmortales. 

(2) En el nacimiento de Heracles, sin ir más lejos. Su madre, Alcmena, queda embarazada a la vez por Zeus y por su marido, Anfitrión. Cosa que se descubre cuando da a luz a Heracles, hijo del dios, y a Ificles, mortal y sin superpoderes. Curiosamente, es biológicamente posible que dos óvulos queden fecundados por espermas de diferentes donantes. 

(3) Para nombrar a las estrellas de una constelación se utilizan las letras del alfabeto griego, de forma que la más brillante es alfa (seguido del nombre de la constelación), después beta, y así hasta la menos brillante, omega. Es el sistema de nomenclatura Bayer. Sin embargo, las estrellas Cástor y Pólux están asignadas al revés (Johann Bayer se lió distinguiendo su brillo en 1603). Así que Pólux, la más brillante, recibe el nombre beta Geminorum y es una estrella gigante roja. Mientras que Cástor, la segunda más brillante, recibe el nombre de alfa Geminorum y es en realidad un sistema múltiple de 6 estrellas, organizado en tres parejas de estrellas (o sistemas binarios). Estrellas gemelas en los Gemelos, ¡a que es precioso!


Sigue leyendo

miércoles, 1 de diciembre de 2021

Los orígenes del Zodiaco - parte 8

Seguimos a Heracles y la relación que su mito guarda con las estrellas. Esta vez, nos alejamos de la banda zodiacal para visitar otras historias que guardan relación con el astro solar e incluso nuestra Galaxia. Si queréis ver el vídeo original completo, pinchad aquí


Detalle del mosaico de los doce trabajos de Hércules. Museo Arqueológico Nacional, Madrid.

Algunos de los trabajos no tienen paralelismos evidentes: el jabalí de Erimatea, las yeguas de Diomedes y el cinturón de la amazona Hipólita no tienen su propia constelación. Y los tres trabajos finales, donde Heracles roba el ganado de Gerión, se lleva las manzanas de las Hespérides y secuestra al perro Cerbero, no son muy de tener estrellas asociadas tampoco.

Aunque, curiosamente, estos tres últimos tienen justificación astronómica. Gerión vive en la isla de Eritrea, que era donde estaban también las Hespérides. La isla del sol poniente. De hecho, Heracles sólo consigue llegar con la ayuda del dios Helios, que le presta su carro solar para el viaje. Así que el sol lleva a Heracles a la isla donde ocurre el ocaso y luego va bajo tierra, al Inframundo, para capturar a Cerbero. No hay que romperse mucho la cabeza para sacar conclusiones.

Esto es especulación pero tiene sentido. Sería muy posible que una versión más corta del mito existiera antes de la introducción del zodiaco babilónico. Una versión que ya incluyera estos temas de seguir el camino del sol, pero que fuera modificada para incluir estos nuevos mitos estelares. Esto también explicaría los otros trabajos que no tienen paralelismos directos con constelaciones.


Fotografía del arco de la Vía Láctea desde el Cerro Paranal, Chile. Crédito: Bruno Gilli/ESO

Además, esta historia de los doce trabajos no es la única de este personaje que tiene relación con el espacio. A Heracles se le atribuye la creación del arco de la Vía Láctea cuando era un bebé, durante el infame incidente con el pecho de Hera (salió un chorro de leche mientras mamaba). Este es realmente el origen de la palabra "galaxia", que deriva de "galaxias kuklos" y que significa literalmente "la cúpula de leche". Asqueroso. Informativo, pero asqueroso.

Y, de nuevo, todo esto es complicado de confirmar y es casi imposible rastrear el origen del primer uso de la palabra "galaxia".


Como sucede en otras ocasiones, el nombre de nuestra Galaxia es, pues, un tautopónimo: un nombre propio de lugar cuyo nombre alude al accidente geográfico al que hace referencia. Y es que "Vía Láctea" es literalmente el camino de leche. Es lo mismo que ocurre con el desierto del Sáhara, cuando la palabra "Sáhara" ya significa desierto. O quienes dicen monte Fujijama, y obvian que la parte "jama" es el nombre en japonés para montaña. O, mi favorito, el río Guadiana que es el "río río río" (¡triple!) porque "guadi" es la palabra que deriva del término en árabe para designar al valle o al río, y "ana" es la palabra en íbero para río. Tres culturas en un solo nombre: latina, arábiga e íbera. Si quieres buscar más, te dejo el enlace de la Wikipedia

 

Sigue leyendo

miércoles, 24 de noviembre de 2021

Los orígenes del Zodiaco - parte 7

El héroe más famoso de la mitología griega es Heracles, al que actualmente conocemos por su nombre romano Hércules. Un personaje muy influyente y con una curiosa relación con las constelaciones babilónicas, según cuenta Red


Póster de la película de Disney "Hércules" (1997)


Nunca he visto que se señale explícitamente, pero muchos de los mitos de las constelaciones babilónicas que adaptaron los griegos están específicamente codificadas en los trabajos de Heracles. El propio Heracles es una figura muy antigua que aparece en la "Odisea" de Homero, y es bastante anterior a la influencia fenicia, hay quien piensa que pueda ser del Neolítico. La historia de sus icónicos doce trabajos, por el contrario, aparecen registrados hacia el 600 a.C. en un poema épico perdido escrito por Pisandro, sin fuentes previas conocidas. Así que aunque el personaje de Heracles es muy anterior a la introducción de las constelaciones babilónicas, el mito de sus trabajos parece haber quedado por escrito poco después de la introducción de éstas en la cultura griega a través de los fenicios.

Si se usaban los trabajos de Heracles específicamente para justificar todas estas nuevas constelaciones introducidas desde Babilonia, eso explicaría por qué la mitad de ellas trazan paralelismos con las constelaciones nuevas. También ayudaría a explicar por qué hay concretamente doce trabajos: es un número importante en el contexto de un ciclo anual.

Por razones en las que no entraremos aquí (1), Heracles comienza sus doce trabajos con el león de Nemea, que está directamente ligado a la constelación de Leo. Luego sigue con la hidra de Lerna. Este monstruo va (como justo estás pensando) con la constelación Hidra, que no está en el zodiaco, pero tiene una constelación babilónica paralela, la serpiente. De hecho, mientras lucha con la hidra, la diosa Hera invoca un cangrejo para distraer a Heracles, que lo mata y se convierte en la constelación de Cáncer. Otro mito babilónico que queda aludido.

Sagitario no está claro, pero podría ser fácilmente Folo, el amigo centauro de Heracles, que muere accidentalmente por una flecha envenenada. La cierva de Cerinea podría ser el ciervo, la constelación que a veces es también Ishtar, es decir, Piscis. Mientras, la limpieza de los establos de Auge podría haber sido un trabajo adecuado para el portador de agua, Acuario, ya que desbordar un río está muy en la línea de lo que hace Ea

La hipótesis con las aves de Estínfalo es que podrían aparecer representadas como las constelaciones el Águila, el Cisne y la Lira, un trío relacionado con aves (2) que aparecen juntas en el hemisferio norte. En este caso, el Águila tiene un equivalente directo babilónico. Capturar el toro de Creta es Tauro. Un mitógrafo contemporáneo, Acusilao, estableció esta conexión en el 500 a.C., sólo unas décadas después de que supuestamente se codificaran los trabajos. La verdad es que la correlación es muy buena.

Relieve romano mostrando los Trabajos de Hércules. S. III a.C.


(1) Cuenta la leyenda que Heracles comete un terrible pecado contra los dioses. Según algunas fuentes, la diosa Hera lo vuelve momentáneamente loco y mata a su mujer, Megara, y a sus hijos. Para purificarse, acude al rey de Micena, que le va lanzando desafíos que tiene que superar. Estas pruebas son inspiradas por la misma Hera, cuyo enfado con el héroe, por cierto, se debe a que éste era hijo ilegítimo de su esposo Zeus con una mujer mortal. Por qué no se venga en su esposo es la eterna pregunta de la mitología griega.

(2) NdT - Creo que esto es incorrecto y fruto de una mala traducción del vídeo original inglés. La constelación de la Lira hace referencia al instrumento musical, que se parece a un arpa en miniatura, y que tocaba Orfeo. No al ave lira, un pájaro propio de Australia, que imita muchos otros sonidos y es bastante inquietante. Aunque curiosamente, el nombre del ave lira es por el parecido del plumaje de su cola al instrumento musical.


Sigue leyendo 

miércoles, 17 de noviembre de 2021

Los orígenes del Zodiaco - parte 6

Seguimos rastreando el origen de las constelaciones zodiacales gracias a este vídeo. Hoy nos alejamos un poco de esta zona del cielo, y nos zambullimos en otras constelaciones, típicas del otoño, que parecen tener un origen exclusivamente griego.


Constelaciones de origen griego, según Overly Sarcastic Productions.

Aunque este catálogo de estrellas recogía más de doce constelaciones zodiacales, los babilonios asignaban una constelación del Zodiaco a cada uno de los doce meses lunares preestablecidos. El astrónomo Eudoxus de Cnidus llevó este calendario babilónico a la antigua Grecia en la primera mitad del 300 a.C.

Sin embargo, el zodiaco babilónico ya lo habían introducido mucho antes sus vecinos los fenicios, que ya rondaban por allí en torno al 700 a.C. Los antiguos griegos obviamente tenían sus propias constelaciones, apenas hay culturas que no inventaran dibujos en el cielo nocturno. Homero hace referencia a Orión, las Pléyades, la Osa Mayor y alguna más. El Escorpión está sólidamente conectado al mito de Orión. Por no mencionar al conjunto de constelaciones relacionadas con Perseo* que no parecen tener ningún paralelismo con mitos babilónicos, por lo que deben de ser de origen griego.

Curiosamente, es muy difícil investigar cuándo se establecieron por primera vez esas constelaciones. Las babilónicas parecen haberse añadido posteriormente al establecimiento de dichas constelaciones griegas, incluyendo todas las figuras centrales del zodiaco. 

 

 
Andrómeda atada para el sacrificio. Ánfora de Apulia (430-420 a.C.)

 *NdT - En realidad, el conjunto de constelaciones a las que se refiere es conocido hoy en día como "La Leyenda de Andrómeda", porque es el personaje de la princesa el que se relaciona con todos los demás, no Perseo: sus padres son los reyes, y constelaciones, Casiopea y Cefeo, el monstruo que se la quiere comer es la Ballena o Cetus, su caballero de brillante armadura es Perseo (con la cabeza de Medusa) y... Pegaso, que sale del cuello de la gorgona, también participa al final. A veces se añaden los Peces de ambientación, huyendo de la Ballena. Todas ellas son constelaciones que se ven en el cielo de otoño desde el hemisferio norte, y cuentan una entretenida historia. 

Así es como la cuento yo en el planetario: a la reina Casiopea le encantaba presumir de hija. Hasta aquí todo normal para una madre. El problema es que no sólo decía que su hija era hermosa, sino que era mucho más hermosa que las hijas de otros, concretamente, que las hijas del dios Poseidón. El dios del océano era de natural irascible y, ante esta provocación, envió un monstruo marino contra el reino de Casiopea y su esposo, la Antigua Etiopía. En la historia, Cetus era un monstruo terrible, pero al traducirlo por Ballena ahora queda todo un poco más ridículo. Sea como fuere, cundió el pánico y el rey Cefeo fue a pedir consejo al oráculo. Si quería salvar a su pueblo, debía sacrificar a su hija. Así fue como la princesa Andrómeda acabó encadenada a una roca en una isla ante las costas del reino. Padres del año no eran estos dos. 

Por suerte, pasaba por allí el héroe Perseo, que (spoiler) acaba de vencer a la gorgona Medusa y venía con su cabeza en la mano. Para quienes no conozcan el personaje mitológico de Medusa, sólo destacar que por cabello tenía serpientes y su mirada petrificaba. Al ver a Andrómeda indefensa ante el monstruo marino, Perseo se acercó, le mostró el rostro de Medusa a la Ballena y... Se convirtió en piedra. Perseo pudo entonces cortar las cadenas que ataban a la princesa. 

Por razones muy perturbadoras para explicar aquí, del cuello de la gorgona nació el caballo alado Pegaso. Ese caballo había ido siguiendo a Perseo y, una vez liberada Andrómeda, permitió que ambos se subieran a su lomo para escapar volando de la isla. Y fueron felices para siempre.

Para siempre, he dicho. 

Constelación Andrómeda según Johannes Hevelius. Catálogo celeste Uranografía (1690)

miércoles, 10 de noviembre de 2021

Los orígenes del Zodiaco - parte 5

Terminamos de revisar el origen babilónico de las constelaciones zodiacales que adoptaron y modificaron los griegos y que hemos heredado en la actualidad, siguiendo la investigación recopilada por este vídeo.


Constelación de los Peces. Fuente: AllTheSky.com

La cosa se complica al llegar a la que será la constelación Piscis, porque los babilonios la subdividían en unas cuantas constelaciones. En primer lugar, la parte suroeste podría ser dos constelaciones, conocidas como "la cola" y "la gran golondrina", respectivamente, o bien es una constelación llamada "la cola de la gran golondrina". A veces la escritura cuneiforme es más arte que ciencia. Por otro lado, el resto de Piscis era un ciervo o la propia Ishtar, la reina de los cielos, futura Afrodita y diva absoluta a tiempo completo.

Y justo al lado, en el lugar del futuro Aries, estaba el trabajador de la granja, o Tammuz, consorte de Ishtar, muerto a tiempo parcial y pastor a tiempo completo. Ella es lo más, él es lo más, y juntos son lo más de lo más.

 

Evolución en el tiempo de la diosa Ishtar, a la diosa Astarté, hasta la diosa Afrodita. 
Fuente: Overly Sarcastic Productions

En el canal de Overly Sarcastic Productions hay varias listas de vídeos donde se explican numerosas historias de las mitologías griega, babilónica, egipcia, nórdica... En una de ellas, se traza el origen de la diosa griega Afrodita, cuya primera mención aparece cerca del 900 a.C., a la diosa fenicia Astarté (1450 - 1200 a.C.), que a su vez parece derivarse de la diosa mesopotámica Ishtar (4000 a.C.), adorada por sumerios, acadios y babilonios como diosa del amor, el sexo, la fertilidad, la belleza, la guerra, la justicia, el poder político,... Las tres diosas comparten, además, el estar asociadas con el planeta que hoy conocemos como Venus (nombre de la diosa romana del amor).

El origen del nacimiento de la diosa Afrodita también parece inspirado en el nacimiento que tenían los hititas de la diosa Ishtar. En ambos casos se mencionan luchas entre dioses en las que un hijo derroca a su padre, la drástica castración del padre, y se obtiene como resultado final una hermosa diosa. En el caso de Afrodita, ella nace de la espuma de mar tras caer al agua los testículos de Ouranos, cortados por su hijo Cronos (padre de Zeus). En el caso original, el dios Kumarbi derroca a su padre, el dios del cielo Anu, le arranca los testículos de un mordisco y, tras quedarse embarazado, da a luz a la diosa Ishtar.

Otra de las historias de Ishtar es aquella en la que visita el Inframundo para rescatar a su amado muerto, Tammuz. Una plantilla similar a la que rodea a los mitos de Afrodita y Adonis, Orfeo y Eurídice, Isis y Osiris... También hay partes de la historia que recuerdan al rapto de Perséfone por Hades. Tal y como lo cuenta Red, Ishtar y Tammuz estaban felizmente casados, hasta que él muere. Ishtar intenta consolarse con Gilgamesh, pero éste la rechaza. Dolida y enfadada, decide ir al Inframundo a recuperar a su amante. Para entrar, atraviesa siete puertas y en cada una se deshace de una prenda de ropa. La reina del Inframundo, Ereshkigar, le impide ver a Tammuz, porque la muerte no funciona así. Cuando Ishtar intenta marcharse, descubre que no es tan sencillo como entrar. Ereshkigar, molesta porque Ishtar ha entrado sin permiso, le lanza sesenta enfermedades y la encierra en su palacio.

Ea/Enki, dios del océano, se entera de los problemas de Ishtar: dado que es la diosa de la fertilidad, la vida en el resto del mundo deja de reproducirse. El plan de Ea consiste en fabricar un ser de género ambiguo, Asu-shu-namir, para que baje al Inframundo a rescatarla. Esta criatura engatusa a la diosa Ereshkigal y la convence para que le enseñe el "agua de la vida". Cuando ella lo hace, Asu-shu-nami rocía con ese agua a Ishtar, que se recupera mágicamente y sale corriendo del Inframundo. El enfado de Ereshkigal es tal que maldice a Asu-shu-nami y a todas las personas de género ambiguo a vivir en las sombras y al ostracismo. Ishtar, una vez que llega a la superficie, le ofrece el don de la sanación y la profecía en compensación.

Hay una segunda versión de la historia en la que Tammuz se sacrifica para salvar a Ishtar del Inframundo. Ella va a rescatarle ofreciendo a su hermana Geshtinanna, que ocupará su lugar seis meses del año. De ahí que se mencione a Tammuz como "muerto a tiempo parcial", y esta historia queda como una posible explicación de las estaciones del año.

 

Sigue leyendo

miércoles, 3 de noviembre de 2021

Los orígenes del Zodiaco - parte 4

En Babilonia tenemos el origen de muchos de los mitos que protagonizan personas y animales inmortalizados entre las estrellas. Seguimos este vídeo como hilo conductor.


Impresión obtenida a partir de un sello cilíndrico de ágata, que muestra un centauro (Pabilsag), con arco y flecha, persiguiendo a un león con alas (un grifo). Siglo VII a.C.

La siguiente constelación, la futura Sagitario, es conocida por los babilonios como "el supervisor" (literalmente, "el que todo lo ve") o Pabilsag y aparece representado en piedras limítrofes con la familiar figura del centauro arquero. Solo que no se queda aquí. Este tipo también tiene alas, cola de escorpión y una segunda cabeza parecida a una pantera. Un poco follón, la verdad.

El título de "supervisor" no está muy claro, pero Pabilsag es un dios. No sabemos mucho de él porque es el consorte de Ninsun, la madre de Gilgamesh, y por tanto alguien mucho más relevante que Pabilsag. Puede que fuera un dios curandero, o un dios cazador, puede que se sincretizara con el dios del inframundo, Nergal. Es todo un poco confuso. Parece que se ha combinado con muchos otros dioses con el tiempo, y su representación física tampoco está clara.

 

 
Constelación de acuario o el Aguador, representada como el dios babilónico Ea. Captura del vídeo original.

Pero dejando las confusiones visuales atrás, le toca el turno al barbo o Capricornio. Mitad cabra, mitad pez, todo barbo (en inglés, este pez se llama "goat fish", literalmente "el pez cabra", de ahí el juego de palabras). Estos chiquitines eran símbolos del dios babilónico Ea, dios del agua, creador de la humanidad y muy importante.

Hablando de lo cual, la siguiente constelación, la futura Acuario, era conocida por los babilonios como Ea el Grande. Un sireno muy molón al que se representaba llevando una inmensa vasija repleta de agua. Ea solía ser benevolente, pero como dios del agua también se le hacía responsable de las inundaciones destructivas que ocurrieran, así que despertaba sentimientos encontrados.

Y no sé si tiene relación directa, pero el Sol pasa por Acuario hacia el final del invierno para el hemisferio norte. Periodo que entre el Tigris y el Éufrates solía conllevar deshielo de las montañas e inundaciones ocasionales.


Sigue leyendo

miércoles, 27 de octubre de 2021

Los orígenes del Zodiaco - parte 3

Antes de que los romanos heredaran las constelaciones de los griegos, la referencia astronómica a imitar era la del pueblo de Babilonia. Seguimos recorriendo el zodiaco gracias al hilo conductor del vídeo de Red.

 

La constelación de la Doncella representada como la diosa Shala. Overly Sarcastic

La siguiente constelación es el surco de la siembra, que pronto se convertiría en Virgo o la Doncella. Para los babilonios representaba a la diosa Shala, divinidad del cereal, la fertilidad y la compasión, y normalmente se la representa como una mujer sujetando un manojo de plantas y otras veces una enorme maza doble. Supongo que consigues plantas si cultivas sosteniblemente y, si no recuerdas plantar tus legumbres fijadoras de nitrógeno, recibes un golpe de maza.

En la representación romana de la Doncella (la más común en planetarios y planisferios), aparece con una espiga de trigo en la mano izquierda y una rama de vid en la derecha. Cada mano está marcada por una estrella: Spica (la estrella más brillante de la constelación) y Vindemiatrix, respectivamente. Se trataba de una constelación-calendario: cuando aparecía por primera vez la brillante Spica sobre el horizonte, hacia el este, era la época de la siembra del trigo (en torno a marzo/abril). Cuando dejaba de verse Vindemiatrix tras la puesta de sol, era la época de la cosecha de la uva o vendimia (en torno a agosto/septiembre). 


Tablilla de Shamash. British Museum (888-855a.C.)

Después encontramos la balanza, o sea, Libra. Una constelación pequeña y modesta sin una silueta definida, que representa un montón de cosas distintas dependiendo de a quién le preguntes: los egipcios veían un barco; a veces aparecía en combinación con el escorpión para formar sus pinzas; para los babilonios era muy importante, dado que representaba el símbolo sagrado de Shamash, el dios patrón de la verdad y la justicia, y hermano gemelo de Ishtar.

De hecho, los nombres de las dos estrellas más brillantes de la Balanza tienen un nombre árabe que significa "pinza norte" (Zubeneschanabi) y "pinza sur" (Zubenelgenubi). Así de inconspicua era Libra.

 


Fotogramas de la película Moana/Vaiana, orientándose en el mar con las estrellas.

La siguiente constelación, el escorpión o Escorpio, es básicamente autoexplicativa y no recibe mucha atención de los babilonios. Se la identifica fácilmente por su cola en forma de gancho, pero es de las que no parece tener mitología asociada en este momento. 

Como norma general, si la constelación es un animal, es probable que no tenga un mito, y si es un dios, sí.

Aunque en casi todas las entradas de esta serie hagamos referencia a interpretaciones de los dibujos de las estrellas imaginadas por culturas de la cuenca mediterránea, no son las únicas. Cualquier pueblo del mundo imaginaba dibujos e historias en el cielo: de China a la India, desde los nativos norteamericanos a los aborígenes australianos, hay miles de personajes e historias. 

La constelación del Escorpión, por ejemplo, era conocida por los pueblos de la Polinesia pero con otro nombre: era un anzuelo o el bastón ganchudo del semidiós Maui. Sí, el que aparece en la película de Disney de  "Moana/Vaiana". De hecho, se supone que es el que les enseña a viajar entre islas, antes de la invención de los instrumentos de navegación. En una de las escenas se ve muy bien cómo ese personaje extiende su mano izquierda hacia cierto conjunto de estrellas y la gira ligeramente hasta dar con la dirección adecuada este-oeste. Ese conjunto de estrellas es el cinturón de Orión. Y es que en el hemisferio sur no hay Estrella Polar, y orientarse requiere ingenio.


Sigue leyendo

miércoles, 20 de octubre de 2021

Los orígenes del Zodiaco - parte 2

Seguimos recorriendo el camino del Sol proyectado en el cielo nocturno, de la mano de Overly Sarcastic Productions, para averiguar de dónde vienen nuestras constelaciones.


Constelación de Orión. Fuente: AllTheSky.com

El siguiente en la lista es el pastor leal del cielo, el precursor de la constelación Orión. Esta es otra de esas en la que no está 100% claro el mito al que va asociado porque Mul·Apin es un catálogo de estrellas, no una teogonía, y "pastor leal" queda un poco vago. Por cierto, Orión no es zodiacal, es parazodiacal, es decir, que está cerca del zodiaco. Las constelaciones parazodiacales toman protagonismo cuando los planetas les pasan por delante, razón por la cual se las incluye en esta lista.

Este tema continúa para el siguiente par de figuras: el viejo, también conocido como Perseo, y la cimitarra, a la que se conoce como Auriga o Cochero. Más constelaciones parazodiacales y, de nuevo, sin mucha historia detrás.

 
Los Grandes Gemelos: Lugal-irra ('rey poderoso') y Meslamta-ea ('el que se ha levantado del inframundo'). 
Fuente: "Babylonian Star-lore", por Gavin White (2008)

Pero finalmente llegamos a otra figura del zodiaco más conocida: los imponentes gemelos, o Geminis. Los imponentes gemelos babilónicos representaban dos dioses menores, Lugal-irra y Meslamta-ea, guardianes gemelos de las puertas y posibles guardianes del inframundo, quienes cortaban a los muertos en trozos cuando pasaban por las puertas. Lugal-irra iba siempre a la izquierda, Meslamta-ea iba siempre a la derecha, y a veces pequeñas efigies suyas aparecían enterradas bajo las entradas como guardianes. ¡Por fin! Un buen mito.

El siguiente es un conocido crustáceo. La langosta, actualmente más asociado con un cangrejo, o sea, Cáncer. Con el paso de los siglos, Cáncer se ha asociado con diferentes moluscos o criaturas con exoesqueleto. En Egipto parece haber sido un escarabajo; las piedras limítrofes babilónicas a veces lo representaban como una tortuga caimán, e incluso como un escorpión, para mayor confusión. Pero, una vez más, sin una verdadera historia detrás.

 
Fotograma de la constelación del León del vídeo original, escrita como aparece en MUL·APIN.

Después tenemos el león que, para sorpresa de nadie, es el precursor de Leo. Una de las primeras constelaciones reconocidas, es posible que los mesopotámicos la vieran como un león por el 4000 a.C., lo que podría explicar que su mitología sea poco clara por haberse Perdido en las Tinieblas de la Historia. Es posible que represente en la mitología al monstruo Humbala, otro bicho al que mató Gilgamesh. Un chico ocupado.


Sigue leyendo

miércoles, 13 de octubre de 2021

Los orígenes del Zodiaco - parte 1

Ahora que ya hemos establecido qué es el zodiaco y sus constelaciones, pasaremos a descubrir las historias que van asociadas a ellas y cómo han ido cambiando y adaptándose al paso del tiempo. La fuente original es el vídeo "Miscellaneous Myths: the Zodiac".

 

 Tabla de arcilla del MulApin, en el British Museum. 
Contiene 66 estrellas y constelaciones, además de proporcionar fechas de ascenso, puesta y culminación

Nuestra historia comienza, como tantas otras, en Babilonia. En algún momento entre el 1300 a.C. y el 1000 a.C., los astrónomos babilónicos catalogaron una lista muy exhaustiva de estrellas y constelaciones. A esta lista se la conoce como MUL·APIN, debido a la constelación del Arado que encabeza la lista. Aquí aparece el primer zodiaco oficial del que hay registros, con 17 o 18 constelaciones. En vez de dividirla en doce partes iguales para que coincida con el calendario, esta lista convierte todas las constelaciones que aparecen en la eclíptica en parte del zodiaco.

Comienza con lo que ahora se conoce como las Pléyades, un cúmulo brillante de siete estrellas que ellos llamaban "el cúmulo de estrellas" o "la púa [del peine]". Esta "púa" es muy literal y no parece tener relación con ningún mito. Debido a la precesión, el Sol atravesaba ese punto en el cielo en el equinoccio vernal, razón por la cual da comienzo a la lista. Pero este conjunto de estrellas está en la constelación de Tauro y de esto sí que tenían mitos.

 Constelación del Toro con las Pléyades. Fuente: allthesky.com

Esta constelación era el Toro Celestial, el mítico monstruo que liberó Ishtar para que luchara contra Gilgamesh, como castigo por haber rechazado acostarse con ella. Este es un caso curioso en el que la constelación, que de hecho se parece bastante a una cabeza con cuernos, puede haber inspirado el concepto del toro celeste, y no al revés.

De hecho, es posible que el identificar esta constelación con un toro sea muy muy antigua, ya que hay una teoría de que algunas de las pinturas de toros paleolíticas de las Cuevas de Lascaux (1) sean un mapa estelar que representa a Tauro, lo que marcaría su asignación como un toro en una época tan lejana como el 15000 a.C.*. Este escenario es muy difícil de probar o refutar, pero es muy guay.

(*) El 17000 a.C. de acuerdo con el consenso más reciente. Hay que tener en cuenta que datar arte paleolítico es muy difícil. Las propias cuevas se han deteriorado por amenazas del medio ambiente. Muchos de los análisis llevan implícitos sesgos modernos que hacen casi imposible determinar la metodología y motivación tras este antiguo arte en cuevas por un incompleto entendimiento del contexto en que se creó.

 

Cuevas de Lascaux, en Francia. Toro con seis puntos sobre el lomo en el centro.

 

(1) Entiendo las reticencias de Red a la hora de abrazar esa hipótesis de una constelación de época magdaleniense, pero yo he estado en Lascaux y... No es sólo el toro de laaargos cuernos, mostrando el perfil y dando énfasis al ojo (que corresponde en la constelación con la estrella Aldebarán, la más brillante de la constelación). Es que sobre el lomo del toro aparecen un grupo de 6 puntos: ¡las Pléyades! Que por cierto no son sólo 6 o 7 estrellas, se trata de un grupo de más de 500 estrellas jóvenes que han nacido juntas hace apenas 150 millones de años. ¡Ah! Y para rematar, ligeramente abajo a la izquierda aparecen una serie de puntos, a la altura de lo que hoy representamos como la constelación de Orión. Esto ya es más fino de hilar porque no coincide bien ni con el cinturón ni con el arco, pero no deja de ser una representación abstracta muy interesante. Red tiene que guardar prudencia por rigor histórico, pero yo estoy personalmente vendida a esta maravillosa idea de tener un toro prehistórico en el cielo. Elegid la interpretación que más os guste.

 

Sigue leyendo

miércoles, 6 de octubre de 2021

Los orígenes del Zodiaco - introducción

Las constelaciones son dibujos imaginados entre las estrellas, conservadas hasta la actualidad por tradición. No suelen parecerse a los animales, personajes u objetos que representan, así que ser capaz de reconocerlas en el cielo es una habilidad que se perfecciona con la práctica. Las estrellas dentro de cada dibujo ocupan posiciones alejadas entre sí dentro de nuestra Galaxia, y la mayoría están inconcebíblemente lejos de la Tierra, aunque lo llamemos el entorno solar. Podemos verlas, pero aún estamos lejos de alcanzarlas. 

Aún así, hay personas que tienen un cariño especial a algunas de ellas. En las siguientes entradas vamos a hablar de un grupo muy conocido desde la antigüedad: las constelaciones del zodiaco. Para ello, he utilizado el vídeo del maravilloso equipo de youtubers Overly Sarcastic Productions: Mitos Misceláneos: el Zodiaco. Traduciré de forma libre lo que cuenta Red a velocidades espídicas, y añadiré pequeños comentarios donde vea que puedo aportar algo más o matizar cierta información.

 

Mosaico visual de las 12 constelaciones zodiacales, por Till Credner

El zodiaco es la región del cielo a través de la cual se mueven el Sol, la Luna y los planetas desde la perspectiva de la Tierra. Está centrado en la eclíptica (el camino que traza el Sol) y se extiende unos 8º a cada lado. Alineados con el zodiaco astronómico encontramos a las constelaciones del zodiaco. Prácticamente. Son 12 constelaciones, cada una cubre 30º de los 360º de la banda que recorre el Sol a lo largo del año. El zodiaco comienza en Aries (1) y luego continua con el resto de constelaciones: Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis. Tu signo del zodiaco viene determinado por dónde estaba el Sol el día que naciste. Bueno... no. 

Estas constelaciones no están perfectamente ajustadas a las subdivisiones de 30º del año. Por ejemplo, el Carnero y la Balanza son diminutas comparadas con el resto de signos, de modo que el Sol pasa mucho menos tiempo en ellas. También hay una decimotercera constelación en el zodiaco, Ofiuco o Serpentario, que es inmensa, pero a la que no se reconoce porque el Escorpión y el Arquero ya cubren esa parte del año. Y el León está mayormente sobre la eclíptica, siendo Regulus la única estrella a la que se acerca el Sol, que de hecho nunca cruza por encima de la constelación. Además, gracias a un ligero bamboleo del eje de rotación de la Tierra, los equinoccios (2) se desplazan hacia atrás ligeramente cada año, lo que recibe el nombre de "precesión (3) de los equinoccios", tras unos pocos cientos de años se nota bastante que tus cartas astrales no cuadran*. Esto del zodiaco no es una ciencia exacta, de hecho ¡no es ciencia!

(*) En torno al 2000 a.C., los babilonios anotaron que el equinoccio de primavera vio salir el Sol a la altura de las Pléyades. Entre el 2000 a.C. y el 100 a.C., el equinoccio de primavera coincidió con el Sol en Aries, que es la razón por la que encabeza la lista del zodiaco recopilada por los griegos en torno a esa época. Desde el 100 a.C., el Sol ha estado en Piscis en el equinoccio vernal, donde permanecerá hasta más o menos el 2700 d.C.

La Tierra, en su órbita alrededor del sol, ve proyectado en la bóveda celeste el paso del Sol a lo largo de la eclíptica (línea roja), que representa el plano del sistema solar. A su vez, la eclíptica está inclinada 23.44º respecto del ecuador celeste (línea azul clara), que es la proyección del propio ecuador terrestre. Composición de Tau'olunga

(1) Los nombres de las constelaciones pueden variar según la fuente consultada. Los nombres de los signos del zodiaco, tradicionalmente, son adaptaciones directas del latín: Taurus se llama Tauro, Gemini pasa a Geminis, y así. En la astronomía actual, empieza a estar más extendido utilizar la traducción al idioma regional, así que la lista de constelaciones zodiacales pasaría a ser: Carnero, Toro, Gemelos, Cangrejo, León, Doncella, Balanza, Escorpión, Arquero, Capricornio, Aguador, y Peces. Quienes son fans de los horóscopos no parecen unirse a esta tendencia porque los nombres literales pierden misticismo y glamour, por eso los seguís leyendo en "latiñol" en revistas y periódicos.

(2) Los equinoccios son los momentos en la trayectoria de la Tierra alrededor del Sol en los que la duración del día es igual a la de la noche. El planeta recibe la misma iluminación en ambos hemisferios. Tenemos equinoccios en primavera y en otoño, aunque el equinoccio vernal al que se hace referencia es el de primavera para el hemisferio norte. Pasamos de tener noches larguísimas, a presenciar un acortamiento progresivo y una promesa de largos días en verano, que dará comienzo en el solsticio (la noche más corta, el día más largo, en este caso).

Movimiento de precesión de la Tierra. Las flechas marcan el sentido de rotación, tanto del planeta como del eje terrestre. Fuente: NASA

(3) Otra forma de entender la precesión del eje de la Tierra es visualizar una peonza a punto de caerse. Ese bamboleo o cabeceo del planeta, dibuja con su eje un círculo en el cielo. Ahora mismo, el eje de la Tierra estirado hasta el infinito por el norte, toca a la Estrella Polar. Por eso es nuestra estrella de referencia para orientarnos por la noche. Pero el movimiento de precesión hará que cambie, igual que en el pasado. Ese círculo en el cielo se completa cada 26000 años. Las famosas pirámides de Egipto están alineadas con la estrella que marcaba el norte en el momento de su construcción: la estrella Thuban, en la constelación del Dragón. Y dentro de 12000 años, la estrella Vega (de la constelación Lira) se convertirá en la "estrella polar", es decir, la estrella que queda justo sobre el Polo Norte.

 

Sigue leyendo


miércoles, 29 de septiembre de 2021

Por qué no deberías guardar el chocolate en la nevera

Aquí está la segunda entrada prometida, de mi chocoadicta favorita. Da igual la estación del año en que lo leas, el chocolate se debe guardar en un lugar seco, ¡nunca en la nevera! Al final sí que había una razón de peso para que no nos vendieran Ferreros en verano.

La pesadilla de los fabricantes de chocolate es un proceso llamado “blanqueamiento del chocolate” (del original en inglés, “chocolate bloom”). Esto ocurre cuando el chocolate aparece cubierto por una capa blanca, convirtiéndolo en menos apetecible y perdiendo su adecuada textura.

 

Hay dos tipos de blanqueamiento del chocolate: el que viene del azúcar y el que viene de la grasa. El blanqueamiento por azúcar tiene que ver con la mala relación que hay entre el chocolate y el agua. Como vimos en la entrada anterior, unas pocas gotas de agua en un chocolate derretido disuelven los azúcares presentes en el chocolate pero no las grasas, y las moléculas de lecitina atrapan estos grumos de azúcar dejando el chocolate menos fluido.

Lo que pasa aquí es similar: cuando se guarda una tableta de chocolate en condiciones de humedad, el agua disuelve el azúcar de la superficie del chocolate formando allí grumos de azúcar. Luego se evapora el agua y lo que queda es una capa de azúcar cubriendo el chocolate. En este tipo de blanqueamiento, puedes eliminar esta capa raspando la superficie del chocolate con el dedo y probar su dulzura con la lengua.

El blanqueamiento por grasas es mucho más complicado e interesante. Como quizás has oído en alguna ocasión, el diamante y el grafito están realmente hechos de lo mismo: átomos de carbono. La única diferencia es que los átomos se alinean de forma distinta en cada uno: hay dos fases de carbono (aunque ambas fases son sólidas). Pasa lo mismo con el chocolate. El chocolate sólido es un cristal cuyos pilares son básicamente las grasas presentes en el chocolate. Esas grasas pueden disponerse de seis maneras diferentes, dando como resultado seis fases sólidas del chocolate. Igual que con el carbono, cada fase tiene diferentes propiedades, aunque sus diferencias no son tan grandes como entre el diamante y el carbono.

Se clasifican según su temperatura de fusión. La primera fase (o tipo I) se derrite a 17ºC, lo que hace que sea muy suave y que se desmigaje con facilidad, y la última (tipo VI) se derrite a 36ºC, lo que hace que sea demasiado duro. La fase perfecta es la número V. Tiene una apariencia lustrosa y un delicioso chasquido cuando lo muerdes. Su punto de fusión es 34ºC, un poco por debajo de la temperatura del cuerpo humano, de modo que se derrite agradablemente en tu boca cuando te lo estás comiendo.


Es importante apuntar que esta clasificación es para la mantequilla de cacao y no para otras grasas. Sin embargo, la mantequilla de cacao es bastante cara, así que algunos fabricantes de chocolate usan otras grasas de origen vegetal en su lugar. Cuando comes chocolate de mala calidad (es decir, hecho con grasas de origen vegetal que no son mantequilla de cacao) el efecto que notas es que se queda en tu garganta, en lugar de bajar suavemente, dejando una sensación desagradable en la boca.

El objetivo de los fabricantes de chocolate es forzar al chocolate a cristalizar en la estructura número V tanto como sea posible. Esto es bastante complicado y se consigue mediante un proceso que requiere que el chocolate se vaya enfriando y calentando cuidadosamente varias veces. Este proceso se llama (a)temperar.

Pero una vez que el chocolate ha cristalizado en su fase V, hay varios factores que pueden cambiar su estructura interna y hacer que vuelva a una fase cristalizada de calidad pobre, provocando blanqueamiento por grasas. Uno de estos factores es el repentino cambio de temperatura, razón por la cual cuando metes el chocolate en la nevera en un día caluroso, lo encontrarás cubierto por una capa blanca al cabo de un rato.

El modo exacto en que esto ocurre no parece comprenderse del todo. Una hipótesis es que los cristales de mala calidad presentes en el chocolate (nunca se obtiene un cristal en fase V al 100%) se derriten, sus grasas migran en ese momento a la superficie y cristalizan formando una capa blanca. Si el chocolate no está bien atemperado, el porcentaje de esos cristales en el chocolate será superior y facilitará la formación del blanqueamiento por grasas. Puedes distinguir el blanqueamiento producido por azúcar del producido por grasas porque la capa blanca no se va cuando la rascas con el dedo, también repelerá una gota de agua en lugar de absorberla y no tiene un sabor dulce cuando la pruebas con la lengua.


En cualquier caso, parece que el blanqueamiento solo re-ordena los ingredientes del chocolate, de modo que no le pasa nada malo y el sabor debería ser el mismo. Sin embargo, la textura es diferente y quizás prefieras usar el chocolate blanqueado para cocinar en lugar de comértelo directamente. Por otro lado, si compras chocolate y ves que lo cubre una capa blanca, ello indica que lo han almacenado en malas condiciones (lugares con humedad, expuesto a cambios bruscos de temperatura, etc). Dado que el chocolate absorbe con facilidad olores y sabores (especialmente en lugares húmedos), el blanqueamiento puede ir acompañado de cambios en el sabor. Por ejemplo, si guardas el chocolate en la nevera en un día caluroso, no sólo arruinarás su chasquido y apariencia, sino que también puede acabar absorbiendo otros olores del resto de la comida que haya en la nevera, cambiando el sabor final.

Como ves, manipular el chocolate tiene su miga. Cuando lo derrites en casa y lo usas para cubrir una tarta, no volverá a la fase V tras enfriarse, razón por la cual es complicado conseguir de forma casera ese acabado lustroso de las coberturas profesionales.

Leí en alguna parte que otra forma de conseguirlo es rodear el chocolate derretido con pequeñas porciones de chocolate sólido del que sepas que está cristalizado en la fase correcta. Así inducirás al chocolate cercano a cristalizar en la misma fase.


Mi amiga intentó estos y otros métodos para conseguir el chocolate perfecto, con desiguales resultados. La conclusión final fue: acude a la gente experta en hacer chocolate. Ya sea a recibir un curso sobre cómo conseguir el chocolate perfecto o a comprar sus deliciosas tabletas. La clave está en el chasquido. Mmmm...