miércoles, 4 de noviembre de 2020

Cómo leer un artículo científico: guía para no-científicos 3/3

Para la fuente original, consulta aquí.
 

Instrucciones paso a paso para leer un artículo de investigación científica (cont.) 

 

  1. ¿Contestan los resultados cuestiones específicas? ¿Qué crees que significan?

No continúes hasta que hayas pensado sobre esto. Está permitido cambiar de opinión a la luz de la interpretación de los autores – de hecho es muy probable que lo hagas si eres un principiante en este tipo de análisis – pero es una buena costumbre empezar a formar tus propias interpretaciones antes de haber leído las de otros.

  1. Lee la sección de conclusión/discusión/interpretación

¿Qué piensan los autores que significan sus resultados? ¿Estás de acuerdo? ¿Se te ocurre una forma alternativa de interpretarlos? ¿Identifican los autores algún punto débil de su propio estudio? ¿Ves tú alguno? (¡No asumas que son infalibles!) ¿Cuál es el paso siguiente que ellos proponen? ¿Estás de acuerdo?

  1. Ahora, vuelve al principio y lee el abstract

¿Coincide con lo que los autores dicen en el artículo? ¿Se ajusta a tu interpretación del artículo?

  1. Paso final (no te olvides de esta parte): ¿Qué dicen otros científicos de este artículo?

¿Quiénes son los expertos (nombrados por otros o por ellos mismos) en este campo concreto? ¿Tienen alguna crítica acerca del estudio en la que tú no hayas caído, o lo apoyan en general?

¡Éste es el momento en el que recomiendo usar Google! Pero hazlo al final, para que estés mejor preparado para pensar con criterio sobre lo que otros dicen.

  1. Este paso es opcional dependiendo de por qué razón estás leyendo un artículo en concreto. Pero para mí, ¡es crítico! Repaso la sección de “Referencias literarias” para ver qué otros artículos cita el autor. Me ayuda a identificar mejor la importancia de los artículos en un campo específico, y encontrar fuentes de ideas o técnicas útiles.


Si quieres ver un ejemplo, deja un comentario solicitando la siguiente traducción ;)

miércoles, 28 de octubre de 2020

Cómo leer un artículo científico: guía para no-científicos 2/3

Para la fuente original, consulta aquí.
 

Instrucciones paso a paso para leer un artículo de investigación científica (cont.)


  1. Identifica el enfoque

¿Qué van a hacer los autores para responder las preguntas específicas?

  1. Ahora lee la sección de los métodos. Dibuja un diagrama de cada experimento, mostrando exactamente lo que hicieron los autores.

Y quiero decir dibujarlo tal cual. Incluye tanto detalle como necesites para entender completamente el trabajo.

No necesitas entender los métodos con tanto detalle como para ser capaz de repetir el experimento – eso es algo que lo revisores tienen que hacer – pero no estarás preparado para pasar a la sección de resultados hasta que puedas explicar lo más básico del método de otra persona.

  1. Lee la sección de resultados. Escribe uno o más párrafos que resuman los resultados de cada experimento, cada imagen, cada tabla. No trates aún de decidir qué significan los resultados, sólo escribe cuáles son.

Te darás cuenta, especialmente en los buenos artículos, que la mayoría de los resultados están resumidos en las imágenes con gráficos y en las tablas. ¡Estúdialas con atención! Quizás tengas que consultar también la Información Online Suplementaria para encontrar el resto de los resultados.

Es en este punto donde pueden surgir las dificultades si se emplean tests estadísticos en el artículo y no tienes suficiente base para comprenderlos. Puedes conseguir ayuda aquí. Te recomiendo que te familiarices bien con ello.

Cosas a las que prestar atención en la sección de resultados:
  • Siempre que se utilicen las palabras “significativo” o “no significativo”. Tienen significados precisos en estadística. Puedes leer más aquí (en inglés) o aquí (en español).
  • Si hay gráficas, ¿tienen barras de error los puntos? Para ciertos tipos de estudios, una falta de intervalos de confianza es una señal de que algo no es de fiar.
  • El tamaño de la muestra. ¿El estudio se ha realizado en 10 o en 10000 personas? (Para el propósito de ciertas investigaciones, un tamaño de la muestra de 10 es suficiente, pero para la mayoría cuanto más grande, mejor).

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miércoles, 21 de octubre de 2020

Cómo leer un artículo científico: guía para no-científicos 1/3

Para la fuente original, consulta la entrada de Jennifer Raff aquí.
 

Instrucciones paso a paso para leer un artículo de investigación científica

  1. Empieza leyendo la introducción, no el abstract

El abstract es ese primer párrafo denso justo al principio del artículo. De hecho, a menudo es la única parte del artículo que se leen muchas de las personas no-científicas cuando tratan de construirse una argumentación científica. (Es una costumbre malísima – no la practiques.) Cuando elijo artículos para leer, decido qué es más relevante a mis intereses basándome en una combinación del título y el abstract. Pero cuando tengo una colección de artículos para leer en profundidad, siempre el abstract al final. Hago esto porque los abstract contienen un resumen sucinto del artículo completo, y me preocupa que mi opinión se vea sesgada, sin querer, por la interpretación que dan los autores a los resultados.


  1. Identifica la cuestión principal

No la de “De qué va el artículo”, sino “¿Cuál es problema de entre todos los de su campo que está tratando de solucionar?”

Ayuda a centrarte en la motivación que hay para realizar ésta investigación. Permanece atento por si surgen pruebas de que la investigación oculta segundas intenciones.

  1. Resume el contexto en cinco frases o menos

Aquí tienes algunas preguntas para guiarte:

¿Qué otro trabajo se ha llevado a cabo previamente en este campo para responder la cuestión principal? ¿Qué limitaciones tenía este trabajo? ¿Qué hace falta hacer a continuación, según los autores?

La parte de las cinco frases es un poco arbitraria, pero te obliga a ser conciso y pensar de verdad sobre el contexto de la investigación. Necesitas ser capaz de explicar por qué se llevó a cabo esa investigación para poder entenderla.

  1. Identifica las preguntas específicas

¿Qué es exactamente lo que los autores tratar de responder con su investigación? Pueden ser preguntas múltiples, o sólo una. Escríbelas. Si es el tipo de investigación que pone a prueba una o más hipótesis nulas, identifícala/s.

Si no estás seguro de lo que es una hipótesis nula, puedes leer esto, o preguntar a Google.
 
 
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miércoles, 14 de octubre de 2020

Cómo leer un artículo científico

Este año está siendo de lo más agitado: la alerta sanitaria nos ha puesto el mundo del revés, y hemos pasado a caminar en terreno pantanoso a la hora de acceder directamente a la información y formarse una opinión crítica propia sobre la ciencia detrás de la pandemia. La clave reside en ¡acudir a la fuente [del conocimiento]!

Hace tiempo encontré un artículo que trataba de facilitar la tarea de leer y entender artículos científicos a aquellos que no están familiarizados con ellos. Un trabajo estupendo de Jennifer Raff, a la que desde aquí agradezco la hercúlea tarea de hacer fácil lo que tiene su miga.

Cuando me dedicaba de pleno a la investigación, recuerdo que a veces dábamos por hecho una serie de habilidades que habíamos ido aprendiendo con los años. Tras mi reorientación a la comunicación y divulgación científica, sé lo importante que es ponernos en la piel de los demás para tratar de explicar determinadas cosas.

En las próximas entradas, trataré de traducir el contenido de esa página, que podéis consultar en inglés aquí, en el blog de Jennifer.

Consejos generales

Leer un artículo científico es un proceso totalmente diferente de leer un artículo sobre ciencia en un blog o en el periódico. Las secciones se leen en un orden diferente a como están presentadas, y además debes coger notas, leerlo varias veces y probablemente tengas que consultar otros artículos para ciertos detalles. La primera vez que lees un artículo científico puede llevarte mucho tiempo. Sé paciente contigo mismo. Irás mucho más rápido conforme ganes experiencia.

Los artículos de investigación básica suelen ir divididos en las siguientes secciones: Abstract (o resumen), Introducción, Métodos, Resultados, y Conclusiones/Interpretaciones/Discusión. El orden dependerá de en qué revista esté publicado. Algunas revistas tienen archivos adicionales (denominados Información Online Suplementaria) que contienen detalles importantes de la investigación, pero que se publican online en lugar de en el propio artículo (asegúrate de no saltarte estos archivos).

Ante de empezar a leer, apunta el nombre de los autores y su afiliación institucional. Algunas instituciones (p.ej. la Universidad de Barcelona) son respetables; mientras que otras (p.ej. el SEIP, http://www.elseip.com/) pueden parecer legítimos centros de investigación cuando en realidad ocultan segundas intenciones.

También es interesante fijarse en la revista en la que está publicado. Las revistas respetables sobre biomedicina estarán detalladas en lugares como Pubmed, o en la web del CSIC. Ojo con las revistas cuestionables.

Mientras lees, anota cada palabra que no entiendas. Las tendrás que buscar todas (sí, todas. Es un horror, cierto. Pero no entenderás un artículo si no entiendes el vocabulario. Las palabras científicas tienen significados extremadamente precisos).
 
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sábado, 16 de mayo de 2020

Seguir mi estrella de la suerte

 Por Nancy Roman

Hace 30 años, más o menos, durante una comida con compañeros de la facultad en el campus, me preguntaron de dónde venía mi éxito. Lo que contesté en el momento les dejó sorprendidos: “La facilidad con la que escribo y hablo, y que lo hago bien”. Mi respuesta venía motivada por las muchas actividades en las me había visto envuelta durante mis 21 años de carrera, mientras desarrollaba programas de Astronomía para la NASA, – justificaciones de proyectos a mis supervisores, al Congreso y al Centro Presupuestario; reuniones con la comunidad investigadora para alentar su interés sobre las posibilidades de la observación espacial; charlas con el público general para generar entusiasmo hacia la ciencia básica – y que requerían que presentara mis ideas de forma clara y concreta. Todavía creo que saber comunicar es importante. Pero ahora que he tenido tiempo de meditar con calma, me doy cuenta de que factores como la perseverancia – o cabezonería – y un poco de suerte fueron igualmente importantes.


Cuando era pequeña, las mujeres no eran científicas. Al pedir permiso a la orientadora del instituto para cursar un segundo año de álgebra, ella desdeñó la idea diciendo “¿Qué señorita elegiría matemáticas en vez de latín?” El ambiente en la universidad era similar. Si la decana de las mujeres no podía disuadir a una chica de licenciarse en ciencia o ingeniería, ya no quería saber nada de ella.

La primera vez que recibí una pizca de ánimo fue en mi tercer año en la universidad, cuando el director del Departamento de Física me dijo: “Normalmente trato de convencer a las mujeres de abandonar la licenciatura en Física, pero quizá tú tengas alguna posibilidad.” En el programa de doctorado quedó claro que a los miembros de la facultad no les gustaba enseñar a mujeres. Pero me alegra decir que ignoré a todas las personas que me dijeron que no podía ser astrónoma. He tenido una maravillosa carrera en un campo que me encanta.

En cuanto a la suerte, cuando tenía veintitantos años, mientras trabajaba como profesora ayudante en la Universidad de Chicago, observé una estrella que tenía un espectro de emisión inusual y completamente inesperado. Publiqué una nota de dos páginas sobre ello y continué intentando determinar si la composición de las estrellas dependía de su posición en la galaxia.

Me di cuenta de que, como mujer, tenía pocas opciones de conseguir plaza permanente en el departamento para investigar en astronomía. Así que, para seguir en el campo de la investigación astronómica, cambié de especialidad y acepté un puesto en el Laboratorio de Investigación Naval (NRL, por las siglas en inglés). Tres años más tarde, fui una de las tres personas estadounidenses a las que invitaron a inaugurar un observatorio en Armenia. Resultó que me habían elegido porque el director del nuevo observatorio quedó intrigado por mi nota sobre aquella estrella anómala. Fui como sustituta de otro invitado, de modo que sólo contaba con 4 semanas para conseguir los permisos de toda la jerarquía naval para poder viajar. Mientras paseaba mis papeles de oficina en oficina, mucha gente se enteró de que me iba. A mi regreso, los jefes de NRL me pidieron que diera una charla sobre mi viaje, y después impartí una serie de clases sobre Astronomía. Como resultado, todo el mundo acabó conociéndome.

Cuando se creó la NASA dos años más tarde, la mayor parte de la sección de ciencias estaba formada por personal del NRL. Los jefes del grupo, que me conocían gracias al viaje, me preguntaron si conocía a alguien que quisiera lanzar un programa de Astronomía espacial, lo cual interpreté como una invitación a solicitar el puesto. Dudaba sobre abandonar la investigación, pero la tentación de planificar un programa que, estaba segura, iba a influenciar la Astronomía durante décadas fue más fuerte. Conseguí el trabajo y comencé a desarrollar un programa de 20 satélites, que culminó con el lanzamiento del Telescopio Espacial Hubble, y muchos cohetes e instrumentación en misiones tripuladas, todo ello motivo de orgullo.

Ahora sabemos que la estrella que cambió mi vida se encontraba en un estado inusual, que dura 100 días, y que eso ocurre cada 10 o 15 años. Así que, parte de mi éxito se puede atribuir a la suerte que tuve de ver lo que vi justo en ese momento. Pero fue igualmente importante que reconociera que lo que veía era interesante y que aprovechase las oportunidades que la fortuna trajo a mi puerta.

 

Traducción del artículo original por Nancy Grace Roman. Science 09 Dec 2016: Vol. 354, Issue 6317, pp. 1346. DOI: 10.1126/science.354.6317.1346