miércoles, 27 de octubre de 2021

Los orígenes del Zodiaco - parte 3

Antes de que los romanos heredaran las constelaciones de los griegos, la referencia astronómica a imitar era la del pueblo de Babilonia. Seguimos recorriendo el zodiaco gracias al hilo conductor del vídeo de Red.

 

La constelación de la Doncella representada como la diosa Shala. Overly Sarcastic

La siguiente constelación es el surco de la siembra, que pronto se convertiría en Virgo o la Doncella. Para los babilonios representaba a la diosa Shala, divinidad del cereal, la fertilidad y la compasión, y normalmente se la representa como una mujer sujetando un manojo de plantas y otras veces una enorme maza doble. Supongo que consigues plantas si cultivas sosteniblemente y, si no recuerdas plantar tus legumbres fijadoras de nitrógeno, recibes un golpe de maza.

En la representación romana de la Doncella (la más común en planetarios y planisferios), aparece con una espiga de trigo en la mano izquierda y una rama de vid en la derecha. Cada mano está marcada por una estrella: Spica (la estrella más brillante de la constelación) y Vindemiatrix, respectivamente. Se trataba de una constelación-calendario: cuando aparecía por primera vez la brillante Spica sobre el horizonte, hacia el este, era la época de la siembra del trigo (en torno a marzo/abril). Cuando dejaba de verse Vindemiatrix tras la puesta de sol, era la época de la cosecha de la uva o vendimia (en torno a agosto/septiembre). 


Tablilla de Shamash. British Museum (888-855a.C.)

Después encontramos la balanza, o sea, Libra. Una constelación pequeña y modesta sin una silueta definida, que representa un montón de cosas distintas dependiendo de a quién le preguntes: los egipcios veían un barco; a veces aparecía en combinación con el escorpión para formar sus pinzas; para los babilonios era muy importante, dado que representaba el símbolo sagrado de Shamash, el dios patrón de la verdad y la justicia, y hermano gemelo de Ishtar.

De hecho, los nombres de las dos estrellas más brillantes de la Balanza tienen un nombre árabe que significa "pinza norte" (Zubeneschanabi) y "pinza sur" (Zubenelgenubi). Así de inconspicua era Libra.

 


Fotogramas de la película Moana/Vaiana, orientándose en el mar con las estrellas.

La siguiente constelación, el escorpión o Escorpio, es básicamente autoexplicativa y no recibe mucha atención de los babilonios. Se la identifica fácilmente por su cola en forma de gancho, pero es de las que no parece tener mitología asociada en este momento. 

Como norma general, si la constelación es un animal, es probable que no tenga un mito, y si es un dios, sí.

Aunque en casi todas las entradas de esta serie hagamos referencia a interpretaciones de los dibujos de las estrellas imaginadas por culturas de la cuenca mediterránea, no son las únicas. Cualquier pueblo del mundo imaginaba dibujos e historias en el cielo: de China a la India, desde los nativos norteamericanos a los aborígenes australianos, hay miles de personajes e historias. 

La constelación del Escorpión, por ejemplo, era conocida por los pueblos de la Polinesia pero con otro nombre: era un anzuelo o el bastón ganchudo del semidiós Maui. Sí, el que aparece en la película de Disney de  "Moana/Vaiana". De hecho, se supone que es el que les enseña a viajar entre islas, antes de la invención de los instrumentos de navegación. En una de las escenas se ve muy bien cómo ese personaje extiende su mano izquierda hacia cierto conjunto de estrellas y la gira ligeramente hasta dar con la dirección adecuada este-oeste. Ese conjunto de estrellas es el cinturón de Orión. Y es que en el hemisferio sur no hay Estrella Polar, y orientarse requiere ingenio.


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miércoles, 20 de octubre de 2021

Los orígenes del Zodiaco - parte 2

Seguimos recorriendo el camino del Sol proyectado en el cielo nocturno, de la mano de Overly Sarcastic Productions, para averiguar de dónde vienen nuestras constelaciones.


Constelación de Orión. Fuente: AllTheSky.com

El siguiente en la lista es el pastor leal del cielo, el precursor de la constelación Orión. Esta es otra de esas en la que no está 100% claro el mito al que va asociado porque Mul·Apin es un catálogo de estrellas, no una teogonía, y "pastor leal" queda un poco vago. Por cierto, Orión no es zodiacal, es parazodiacal, es decir, que está cerca del zodiaco. Las constelaciones parazodiacales toman protagonismo cuando los planetas les pasan por delante, razón por la cual se las incluye en esta lista.

Este tema continúa para el siguiente par de figuras: el viejo, también conocido como Perseo, y la cimitarra, a la que se conoce como Auriga o Cochero. Más constelaciones parazodiacales y, de nuevo, sin mucha historia detrás.

 
Los Grandes Gemelos: Lugal-irra ('rey poderoso') y Meslamta-ea ('el que se ha levantado del inframundo'). 
Fuente: "Babylonian Star-lore", por Gavin White (2008)

Pero finalmente llegamos a otra figura del zodiaco más conocida: los imponentes gemelos, o Geminis. Los imponentes gemelos babilónicos representaban dos dioses menores, Lugal-irra y Meslamta-ea, guardianes gemelos de las puertas y posibles guardianes del inframundo, quienes cortaban a los muertos en trozos cuando pasaban por las puertas. Lugal-irra iba siempre a la izquierda, Meslamta-ea iba siempre a la derecha, y a veces pequeñas efigies suyas aparecían enterradas bajo las entradas como guardianes. ¡Por fin! Un buen mito.

El siguiente es un conocido crustáceo. La langosta, actualmente más asociado con un cangrejo, o sea, Cáncer. Con el paso de los siglos, Cáncer se ha asociado con diferentes moluscos o criaturas con exoesqueleto. En Egipto parece haber sido un escarabajo; las piedras limítrofes babilónicas a veces lo representaban como una tortuga caimán, e incluso como un escorpión, para mayor confusión. Pero, una vez más, sin una verdadera historia detrás.

 
Fotograma de la constelación del León del vídeo original, escrita como aparece en MUL·APIN.

Después tenemos el león que, para sorpresa de nadie, es el precursor de Leo. Una de las primeras constelaciones reconocidas, es posible que los mesopotámicos la vieran como un león por el 4000 a.C., lo que podría explicar que su mitología sea poco clara por haberse Perdido en las Tinieblas de la Historia. Es posible que represente en la mitología al monstruo Humbala, otro bicho al que mató Gilgamesh. Un chico ocupado.


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miércoles, 13 de octubre de 2021

Los orígenes del Zodiaco - parte 1

Ahora que ya hemos establecido qué es el zodiaco y sus constelaciones, pasaremos a descubrir las historias que van asociadas a ellas y cómo han ido cambiando y adaptándose al paso del tiempo. La fuente original es el vídeo "Miscellaneous Myths: the Zodiac".

 

 Tabla de arcilla del MulApin, en el British Museum. 
Contiene 66 estrellas y constelaciones, además de proporcionar fechas de ascenso, puesta y culminación

Nuestra historia comienza, como tantas otras, en Babilonia. En algún momento entre el 1300 a.C. y el 1000 a.C., los astrónomos babilónicos catalogaron una lista muy exhaustiva de estrellas y constelaciones. A esta lista se la conoce como MUL·APIN, debido a la constelación del Arado que encabeza la lista. Aquí aparece el primer zodiaco oficial del que hay registros, con 17 o 18 constelaciones. En vez de dividirla en doce partes iguales para que coincida con el calendario, esta lista convierte todas las constelaciones que aparecen en la eclíptica en parte del zodiaco.

Comienza con lo que ahora se conoce como las Pléyades, un cúmulo brillante de siete estrellas que ellos llamaban "el cúmulo de estrellas" o "la púa [del peine]". Esta "púa" es muy literal y no parece tener relación con ningún mito. Debido a la precesión, el Sol atravesaba ese punto en el cielo en el equinoccio vernal, razón por la cual da comienzo a la lista. Pero este conjunto de estrellas está en la constelación de Tauro y de esto sí que tenían mitos.

 Constelación del Toro con las Pléyades. Fuente: allthesky.com

Esta constelación era el Toro Celestial, el mítico monstruo que liberó Ishtar para que luchara contra Gilgamesh, como castigo por haber rechazado acostarse con ella. Este es un caso curioso en el que la constelación, que de hecho se parece bastante a una cabeza con cuernos, puede haber inspirado el concepto del toro celeste, y no al revés.

De hecho, es posible que el identificar esta constelación con un toro sea muy muy antigua, ya que hay una teoría de que algunas de las pinturas de toros paleolíticas de las Cuevas de Lascaux (1) sean un mapa estelar que representa a Tauro, lo que marcaría su asignación como un toro en una época tan lejana como el 15000 a.C.*. Este escenario es muy difícil de probar o refutar, pero es muy guay.

(*) El 17000 a.C. de acuerdo con el consenso más reciente. Hay que tener en cuenta que datar arte paleolítico es muy difícil. Las propias cuevas se han deteriorado por amenazas del medio ambiente. Muchos de los análisis llevan implícitos sesgos modernos que hacen casi imposible determinar la metodología y motivación tras este antiguo arte en cuevas por un incompleto entendimiento del contexto en que se creó.

 

Cuevas de Lascaux, en Francia. Toro con seis puntos sobre el lomo en el centro.

 

(1) Entiendo las reticencias de Red a la hora de abrazar esa hipótesis de una constelación de época magdaleniense, pero yo he estado en Lascaux y... No es sólo el toro de laaargos cuernos, mostrando el perfil y dando énfasis al ojo (que corresponde en la constelación con la estrella Aldebarán, la más brillante de la constelación). Es que sobre el lomo del toro aparecen un grupo de 6 puntos: ¡las Pléyades! Que por cierto no son sólo 6 o 7 estrellas, se trata de un grupo de más de 500 estrellas jóvenes que han nacido juntas hace apenas 150 millones de años. ¡Ah! Y para rematar, ligeramente abajo a la izquierda aparecen una serie de puntos, a la altura de lo que hoy representamos como la constelación de Orión. Esto ya es más fino de hilar porque no coincide bien ni con el cinturón ni con el arco, pero no deja de ser una representación abstracta muy interesante. Red tiene que guardar prudencia por rigor histórico, pero yo estoy personalmente vendida a esta maravillosa idea de tener un toro prehistórico en el cielo. Elegid la interpretación que más os guste.

 

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miércoles, 6 de octubre de 2021

Los orígenes del Zodiaco - introducción

Las constelaciones son dibujos imaginados entre las estrellas, conservadas hasta la actualidad por tradición. No suelen parecerse a los animales, personajes u objetos que representan, así que ser capaz de reconocerlas en el cielo es una habilidad que se perfecciona con la práctica. Las estrellas dentro de cada dibujo ocupan posiciones alejadas entre sí dentro de nuestra Galaxia, y la mayoría están inconcebíblemente lejos de la Tierra, aunque lo llamemos el entorno solar. Podemos verlas, pero aún estamos lejos de alcanzarlas. 

Aún así, hay personas que tienen un cariño especial a algunas de ellas. En las siguientes entradas vamos a hablar de un grupo muy conocido desde la antigüedad: las constelaciones del zodiaco. Para ello, he utilizado el vídeo del maravilloso equipo de youtubers Overly Sarcastic Productions: Mitos Misceláneos: el Zodiaco. Traduciré de forma libre lo que cuenta Red a velocidades espídicas, y añadiré pequeños comentarios donde vea que puedo aportar algo más o matizar cierta información.

 

Mosaico visual de las 12 constelaciones zodiacales, por Till Credner

El zodiaco es la región del cielo a través de la cual se mueven el Sol, la Luna y los planetas desde la perspectiva de la Tierra. Está centrado en la eclíptica (el camino que traza el Sol) y se extiende unos 8º a cada lado. Alineados con el zodiaco astronómico encontramos a las constelaciones del zodiaco. Prácticamente. Son 12 constelaciones, cada una cubre 30º de los 360º de la banda que recorre el Sol a lo largo del año. El zodiaco comienza en Aries (1) y luego continua con el resto de constelaciones: Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis. Tu signo del zodiaco viene determinado por dónde estaba el Sol el día que naciste. Bueno... no. 

Estas constelaciones no están perfectamente ajustadas a las subdivisiones de 30º del año. Por ejemplo, el Carnero y la Balanza son diminutas comparadas con el resto de signos, de modo que el Sol pasa mucho menos tiempo en ellas. También hay una decimotercera constelación en el zodiaco, Ofiuco o Serpentario, que es inmensa, pero a la que no se reconoce porque el Escorpión y el Arquero ya cubren esa parte del año. Y el León está mayormente sobre la eclíptica, siendo Regulus la única estrella a la que se acerca el Sol, que de hecho nunca cruza por encima de la constelación. Además, gracias a un ligero bamboleo del eje de rotación de la Tierra, los equinoccios (2) se desplazan hacia atrás ligeramente cada año, lo que recibe el nombre de "precesión (3) de los equinoccios", tras unos pocos cientos de años se nota bastante que tus cartas astrales no cuadran*. Esto del zodiaco no es una ciencia exacta, de hecho ¡no es ciencia!

(*) En torno al 2000 a.C., los babilonios anotaron que el equinoccio de primavera vio salir el Sol a la altura de las Pléyades. Entre el 2000 a.C. y el 100 a.C., el equinoccio de primavera coincidió con el Sol en Aries, que es la razón por la que encabeza la lista del zodiaco recopilada por los griegos en torno a esa época. Desde el 100 a.C., el Sol ha estado en Piscis en el equinoccio vernal, donde permanecerá hasta más o menos el 2700 d.C.

La Tierra, en su órbita alrededor del sol, ve proyectado en la bóveda celeste el paso del Sol a lo largo de la eclíptica (línea roja), que representa el plano del sistema solar. A su vez, la eclíptica está inclinada 23.44º respecto del ecuador celeste (línea azul clara), que es la proyección del propio ecuador terrestre. Composición de Tau'olunga

(1) Los nombres de las constelaciones pueden variar según la fuente consultada. Los nombres de los signos del zodiaco, tradicionalmente, son adaptaciones directas del latín: Taurus se llama Tauro, Gemini pasa a Geminis, y así. En la astronomía actual, empieza a estar más extendido utilizar la traducción al idioma regional, así que la lista de constelaciones zodiacales pasaría a ser: Carnero, Toro, Gemelos, Cangrejo, León, Doncella, Balanza, Escorpión, Arquero, Capricornio, Aguador, y Peces. Quienes son fans de los horóscopos no parecen unirse a esta tendencia porque los nombres literales pierden misticismo y glamour, por eso los seguís leyendo en "latiñol" en revistas y periódicos.

(2) Los equinoccios son los momentos en la trayectoria de la Tierra alrededor del Sol en los que la duración del día es igual a la de la noche. El planeta recibe la misma iluminación en ambos hemisferios. Tenemos equinoccios en primavera y en otoño, aunque el equinoccio vernal al que se hace referencia es el de primavera para el hemisferio norte. Pasamos de tener noches larguísimas, a presenciar un acortamiento progresivo y una promesa de largos días en verano, que dará comienzo en el solsticio (la noche más corta, el día más largo, en este caso).

Movimiento de precesión de la Tierra. Las flechas marcan el sentido de rotación, tanto del planeta como del eje terrestre. Fuente: NASA

(3) Otra forma de entender la precesión del eje de la Tierra es visualizar una peonza a punto de caerse. Ese bamboleo o cabeceo del planeta, dibuja con su eje un círculo en el cielo. Ahora mismo, el eje de la Tierra estirado hasta el infinito por el norte, toca a la Estrella Polar. Por eso es nuestra estrella de referencia para orientarnos por la noche. Pero el movimiento de precesión hará que cambie, igual que en el pasado. Ese círculo en el cielo se completa cada 26000 años. Las famosas pirámides de Egipto están alineadas con la estrella que marcaba el norte en el momento de su construcción: la estrella Thuban, en la constelación del Dragón. Y dentro de 12000 años, la estrella Vega (de la constelación Lira) se convertirá en la "estrella polar", es decir, la estrella que queda justo sobre el Polo Norte.

 

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