miércoles, 1 de diciembre de 2021

Los orígenes del Zodiaco - parte 8

Seguimos a Heracles y la relación que su mito guarda con las estrellas. Esta vez, nos alejamos de la banda zodiacal para visitar otras historias que guardan relación con el astro solar e incluso nuestra Galaxia. Si queréis ver el vídeo original completo, pinchad aquí


Detalle del mosaico de los doce trabajos de Hércules. Museo Arqueológico Nacional, Madrid.

Algunos de los trabajos no tienen paralelismos evidentes: el jabalí de Erimatea, las yeguas de Diomedes y el cinturón de la amazona Hipólita no tienen su propia constelación. Y los tres trabajos finales, donde Heracles roba el ganado de Gerión, se lleva las manzanas de las Hespérides y secuestra al perro Cerbero, no son muy de tener estrellas asociadas tampoco.

Aunque, curiosamente, estos tres últimos tienen justificación astronómica. Gerión vive en la isla de Eritrea, que era donde estaban también las Hespérides. La isla del sol poniente. De hecho, Heracles sólo consigue llegar con la ayuda del dios Helios, que le presta su carro solar para el viaje. Así que el sol lleva a Heracles a la isla donde ocurre el ocaso y luego va bajo tierra, al Inframundo, para capturar a Cerbero. No hay que romperse mucho la cabeza para sacar conclusiones.

Esto es especulación pero tiene sentido. Sería muy posible que una versión más corta del mito existiera antes de la introducción del zodiaco babilónico. Una versión que ya incluyera estos temas de seguir el camino del sol, pero que fuera modificada para incluir estos nuevos mitos estelares. Esto también explicaría los otros trabajos que no tienen paralelismos directos con constelaciones.


Fotografía del arco de la Vía Láctea desde el Cerro Paranal, Chile. Crédito: Bruno Gilli/ESO

Además, esta historia de los doce trabajos no es la única de este personaje que tiene relación con el espacio. A Heracles se le atribuye la creación del arco de la Vía Láctea cuando era un bebé, durante el infame incidente con el pecho de Hera (salió un chorro de leche mientras mamaba). Este es realmente el origen de la palabra "galaxia", que deriva de "galaxias kuklos" y que significa literalmente "la cúpula de leche". Asqueroso. Informativo, pero asqueroso.

Y, de nuevo, todo esto es complicado de confirmar y es casi imposible rastrear el origen del primer uso de la palabra "galaxia".


Como sucede en otras ocasiones, el nombre de nuestra Galaxia es, pues, un tautopónimo: un nombre propio de lugar cuyo nombre alude al accidente geográfico al que hace referencia. Y es que "Vía Láctea" es literalmente el camino de leche. Es lo mismo que ocurre con el desierto del Sáhara, cuando la palabra "Sáhara" ya significa desierto. O quienes dicen monte Fujijama, y obvian que la parte "jama" es el nombre en japonés para montaña. O, mi favorito, el río Guadiana que es el "río río río" (¡triple!) porque "guadi" es la palabra que deriva del término en árabe para designar al valle o al río, y "ana" es la palabra en íbero para río. Tres culturas en un solo nombre: latina, arábiga e íbera. Si quieres buscar más, te dejo el enlace de la Wikipedia

 

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