miércoles, 13 de octubre de 2021

Los orígenes del Zodiaco - parte 1

Ahora que ya hemos establecido qué es el zodiaco y sus constelaciones, pasaremos a descubrir las historias que van asociadas a ellas y cómo han ido cambiando y adaptándose al paso del tiempo. La fuente original es el vídeo "Miscellaneous Myths: the Zodiac".

 

 Tabla de arcilla del MulApin, en el British Museum. 
Contiene 66 estrellas y constelaciones, además de proporcionar fechas de ascenso, puesta y culminación

Nuestra historia comienza, como tantas otras, en Babilonia. En algún momento entre el 1300 a.C. y el 1000 a.C., los astrónomos babilónicos catalogaron una lista muy exhaustiva de estrellas y constelaciones. A esta lista se la conoce como MUL·APIN, debido a la constelación del Arado que encabeza la lista. Aquí aparece el primer zodiaco oficial del que hay registros, con 17 o 18 constelaciones. En vez de dividirla en doce partes iguales para que coincida con el calendario, esta lista convierte todas las constelaciones que aparecen en la eclíptica en parte del zodiaco.

Comienza con lo que ahora se conoce como las Pléyades, un cúmulo brillante de siete estrellas que ellos llamaban "el cúmulo de estrellas" o "la púa [del peine]". Esta "púa" es muy literal y no parece tener relación con ningún mito. Debido a la precesión, el Sol atravesaba ese punto en el cielo en el equinoccio vernal, razón por la cual da comienzo a la lista. Pero este conjunto de estrellas está en la constelación de Tauro y de esto sí que tenían mitos.

 Constelación del Toro con las Pléyades. Fuente: allthesky.com

Esta constelación era el Toro Celestial, el mítico monstruo que liberó Ishtar para que luchara contra Gilgamesh, como castigo por haber rechazado acostarse con ella. Este es un caso curioso en el que la constelación, que de hecho se parece bastante a una cabeza con cuernos, puede haber inspirado el concepto del toro celeste, y no al revés.

De hecho, es posible que el identificar esta constelación con un toro sea muy muy antigua, ya que hay una teoría de que algunas de las pinturas de toros paleolíticas de las Cuevas de Lascaux (1) sean un mapa estelar que representa a Tauro, lo que marcaría su asignación como un toro en una época tan lejana como el 15000 a.C.*. Este escenario es muy difícil de probar o refutar, pero es muy guay.

(*) El 17000 a.C. de acuerdo con el consenso más reciente. Hay que tener en cuenta que datar arte paleolítico es muy difícil. Las propias cuevas se han deteriorado por amenazas del medio ambiente. Muchos de los análisis llevan implícitos sesgos modernos que hacen casi imposible determinar la metodología y motivación tras este antiguo arte en cuevas por un incompleto entendimiento del contexto en que se creó.

 

Cuevas de Lascaux, en Francia. Toro con seis puntos sobre el lomo en el centro.

 

(1) Entiendo las reticencias de Red a la hora de abrazar esa hipótesis de una constelación de época magdaleniense, pero yo he estado en Lascaux y... No es sólo el toro de laaargos cuernos, mostrando el perfil y dando énfasis al ojo (que corresponde en la constelación con la estrella Aldebarán, la más brillante de la constelación). Es que sobre el lomo del toro aparecen un grupo de 6 puntos: ¡las Pléyades! Que por cierto no son sólo 6 o 7 estrellas, se trata de un grupo de más de 500 estrellas jóvenes que han nacido juntas hace apenas 150 millones de años. ¡Ah! Y para rematar, ligeramente abajo a la izquierda aparecen una serie de puntos, a la altura de lo que hoy representamos como la constelación de Orión. Esto ya es más fino de hilar porque no coincide bien ni con el cinturón ni con el arco, pero no deja de ser una representación abstracta muy interesante. Red tiene que guardar prudencia por rigor histórico, pero yo estoy personalmente vendida a esta maravillosa idea de tener un toro prehistórico en el cielo. Elegid la interpretación que más os guste.

 

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