miércoles, 5 de enero de 2022

Los orígenes del Zodiaco - parte 12

Las constelaciones zodiacales que aprendemos hoy en día han sufrido muchos cambios con el paso del tiempo. Desde las babilónicas hasta las griegas ya se produce una transformación considerable. Pero, ¿por qué? ¿No se limitaban a inmortalizar una historia entre las estrellas? Nos lo cuentan en el vídeo original. ¡Ya queda poco para terminar!


Constelaciones zodiacales y de origen griego. Captura del vídeo original de OSP.

Aunque estos mitos son divertidos, y definitivamente mucho más detallados que el catálogo de estrellas Mul·Apin, es interesante darse cuenta de lo inconsistentes que son algunos de ellos. 

Vale, relacionamos al Toro con Zeus, pero ni siquiera nos decidimos por el animal vacuno en concreto que representa. ¿Y por qué no podemos saber quién es realmente Sagitario? Es porque más que derivar historias a partir de las constelaciones observadas, como hicieron los babilonios, los griegos trataban de encajar historias existentes entre las constelaciones que les llegaban.

Por eso Tauro quedó asociado con cualquier toro o vaca que ya tenían, en lugar del más específico Toro Celestial. Virgo era cada diosa relacionada con plantas en lugar de ser Shala en concreto. Y Sagitario quedó asociado con cualquiera que se pareciera a un arquero a caballo desde algún ángulo.

Aries pasó a ser el Carnero Dorado, no porque el mito del Vellocino de Oro derivara de la constelación, sino porque la mitología griega no tiene muchos ovinos y es básicamente la única opción. Y las constelaciones más chorras, como Piscis o Capricornio, obtuvieron explicaciones muy extrañas. O sea, intenta justificar algo mitad cabra y mitad pez.

 

 
Constelación del Escorpión. Fuente: AllTheSky.com

Incorporar la mitología de otra cultura es difícil. Las historias pierden contexto y especificidad. Mientras que el zodiaco de los antiguos griegos compartía los mismos símbolos que los babilónicos, las historias que asociaba unos y otros eran obviamente distintas, porque los originales no encajaban en su nuevo contexto.

No tenían a Gilgamesh luchando contra Humbaba, así que en su lugar tenían a Heracles luchando contra el león de Nemea. ¿No hay Toro Celestial? ¡Sin problema! A Zeus le encanta convertir a la gente en toros y vacas, ¡elige el que quieras! Etcétera.

Las estrellas no cambiaron, y las historias de base tampoco cambiaron tanto: Tauro seguía siendo un toro, Geminis seguía siendo una pareja de hermanos idénticos, Acuario seguía relacionado con el agua... Pero los detalles específicos se ajustaron para encajar.

Básicamente, toda esta confusión viene de que los antiguos griegos no se limitaron a traducir literalmente, sino que adaptaron culturalmente (1) el zodiaco babilónico. 

Así que la próxima vez que alguien pregunte "¿por qué Acuario es un maldito portador de agua?", puedes decir "por la misma razón que Pokémon me dijo que un onigiri era un donut de mermelada (2)". 

 

 
Bolas de arroz caseras de Japón (onigiri) rodeadas de alga (nori).

(1) El término técnico que se usa en el vídeo para esta traducción es 'localización', que a veces se denomina también como adaptación local o traducción cultural.

(2) Uno de los muchos cambios que sufrió la serie de animación japonesa Pokémon en su traducción al inglés (y por lo que he deducido, de ahí al español). Esa comida japonesa, onigiri, es esencialmente una bola de arroz. Con relleno o sin él. Pero se ve que las criaturas norteamericanas no lo podían entender y se cambió por donuts, e incluso por hamburguesas.

 

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