lunes, 3 de marzo de 2014

8. Fragmentación turbulenta



En donde una nube gigante de gas se fragmenta en nubes más pequeñas, que se convierten en protoestrellas


Una guardería estelar



Si sóis de las mías, habréis mirado al cielo cientos de veces para admirar la belleza de la noche estrellada y habréis suspirado por poder obtener el mismo efecto en vuestro propio hogar. ¡Ahora podéis! Porque este mes, el artículo La Vida de Martha Estelar está dedicado a aprender cómo hacer una estrella. Me encantan las estrellas porque proporcionan una oportunidad de ser fantásticamente creativa con ingredientes sencillos. ¡Las variaciones son inagotables! Esa nube de gas que seguro que tenéis en el jardín podría volverse todo un clásico, como una estrella amarilla tipo Sol. Y simplemente añadiendo un poco de masa podéis hacer fácilmente una brillante supergigante azul. La naturaleza de las estrellas es así, ¡y es una de las muchas razones por las que nunca me canso de hacerlas!

Por supuesto, una despensa bien abastecida convierte la preparación de estrellas en algo muy, muy sencillo.  Los ingredientes, en su mayor parte, no son caros. Los campos magnéticos son lo más importante y un buen jardín es un requisito indispensable para proveer los ingredientes necesarios. Mi jardín es modesto, tiene sólo unos pocos pársecs cúbicos de tamaño (más o menos 100 000 billones de billones de billones de kilómetros cúbicos) pero me proporciona todo el hidrógeno, helio y trazas de elementos necesarios para fabricar estrellas perfectas en cada ocasión.

Para empezar, coged una nube con unas diez mil masas solares de material. La nube estará rotando, lo que añade dificultad ya que por supuesto el momento angular debe conservarse. Esto suele ser un problema para las primerizas puesto que los métodos tradicionales no sirven, pero recordad que la flexibilidad es una parte importante de ser una buena cocinera creativa. Así que en lugar de lidiar con cada parte de la nube individualmente, añade un campo magnético para transferir parte del momento angular de la nube en su conjunto al medio que la rodea. No tratéis de apresurar este paso, necesitaréis esperar cerca de un millón o incluso diez millones de años antes de seguir adelante si queréis obtener una estrella perfecta. Por otro lado, podéis hacer buen uso de este tiempo: siempre hay tarea de sobra dentro de vuestra propia casa y podéis encontrar muchas sugerencias en mi nuevo libro, “Consejos Constructivos para Casas Celestiales de Martha Estelar”.

Ah, qué buena pinta. Vuestra nube debería tener una apariencia relativamente suave, con unos pocos grumos aquí y allá. En este punto, añadid algo de movimiento aleatorio a la mezcla y observad mientras esta turbulencia la fragmenta en piezas cada vez más pequeñas. Cada una de estas piezas se puede convertir en una estrella perfecta, y ¡en el siguiente artículo os enseñaré cómo!


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Disclaimer: This is a free-online translation from the book by Eric Schulman, "A Briefer History of Time" (1999-2004). No copyright infringement is intended.

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